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01 de Junio de 2016

MINDFUL EATING: COMER CONSCIENTEMENTE

Sí, el famoso mindfulness también puede aplicarse a la alimentación. Acá le contamos qué beneficios trae comer de esta manera

Qué es

La psicóloga María Elena Pulido (7-6487746) explica que en nuestra cultura muchos comen mirando televisión, hablando por teléfono o incluso en el auto, mientras manejan. De esta manera no se escuchan las señales que indican saciedad y no se para de comer cuando se está ‘lleno’. Solo ’tragamos’, sin masticar ni triturar la comida y con esto es muy fácil excederse en la cantidad de comida y perjudicar la digestión. Con esto vienen los dolores estomacales, el colon irritable y no nos damos cuenta de lo mal que nos hacen algunos alimentos. El comer conscientemente ayuda a:

  • Masticar mejor
  • Digerir correctamente y más rápido
  • Saber qué es lo que estamos comiendo y si nos cae bien o mal
  • Comer cuando tenemos hambre y dejar de hacerlo si ya estamos saciados
  • Detectar aquello que nos hace bien y eliminar de la dieta lo que no
  • Mantener el peso adecuado.

Sus beneficios

La psicóloga del Departamento de Nutrición de Clínica Las Condes María Ignacia Burr explica que el ‘mindful eating’ es comer con conciencia plena, es decir con control total de la situación, respondiendo de forma moderada a las señales fisiológicas de hambre. Es lo contrario a realizar atracones, donde se engulle sin conciencia, de forma automática y rápida, sin disfrutar de lo que se está metiendo a la boca y, muchas veces, sin hambre.

Comer: un acto placentero

La psicóloga María Elena Pulido explica que la comida, los afectos y las emociones están muy relacionados. Por ejemplo, cuando le decimos a alguien que lo queremos, muchas veces le preparamos algo rico para mostrar nuestro afecto. Por eso la comida se liga con recuerdos afectuosos; se evocan diferentes vínculos a través del aroma o el gusto, lo que entrega placer. Por otra parte, la comida funciona como un ‘desestresante’ para el organismo; hay alimentos que calman la ansiedad, porque liberan serotonina en el cuerpo y eso nos relaja.

Buen consejo

Lo mejor para hacer que nuestra comida sea un acto placentero es ‘darse el tiempo’ para estar presente en los sabores, olores y en las sutilezas que muestran los alimentos. Podemos hacer las siguientes preguntas para concentrarnos en lo que estamos comiendo: ¿estoy atento ahora? ¿Qué sabores puedo distinguir? ¿Estoy en piloto automático? ¿Soy capaz de saborear la comida? Al responder esas preguntas se entra en contacto con la comida, se saborea y se siente placer.

Pasos a seguir


La psicóloga de Clínica Las Condes María Ignacia Burr entrega algunos consejos para comer de manera consciente:

1. Antes de comer, reconozca si tiene hambre.

2. Ponga atención a lo que dice su estómago, desde ahí surgen las verdaderas señales de hambre y saciedad. Hay que observarlas antes, durante y después de comer.

3. Preste atención a lo que se come, gozando los colores, sabores y texturas. Hay que ser consciente de las sensaciones que se experimentan.

4. No espere a estar ‘muerta de hambre’. Una de las claves para comer con plena conciencia es alimentarse de forma regular cada 4 horas.

5. Disfrute la ocasión. Por ejemplo, ponga la mesa como a usted le gusta, aproveche la situación, la compañía o el simple hecho de comer tranquilamente.

6. Coma sentada. Un buen consejo es elegir uno o dos lugares, tanto en el hogar como en el trabajo, y usarlos solo para comer.

7. Respire un par de veces antes de empezar a comer. Esto ayuda a ‘bajar las revoluciones’ y a dar a la comida la total atención.

8. Coma sin hacer otras actividades. Si lo hace mientras realiza otras actividades (viendo TV, manejando o frente al computador) la mente mandará la señal de no haber comido.

9. Dese un tiempo mínimo de 20 minutos. Lo ideal es hacer una pausa en la mitad de la comida de al menos 2 minutos. Esto ayudará a estimar cuánta comida más se necesita para quedar satisfecho.

10. Levántese de la mesa al terminar de comer, sin hacer sobremesa. De esta manera, el deseo de seguir comiendo se pasará rápidamente. Y volverá a comer en un par de horas, cuando vuelva a sentir hambre

FUENTE: Revista Mujer