El tratamiento busca que la persona establezca una relación sana con la comida y que tenga un plan de alimentación equilibrado de acuerdo a sus necesidades personales. Esto incluye distintos niveles de intervención y cuidado que se van integrando al tratamiento según las necesidades de cada paciente.
Estos distintos niveles de intervención incluyen:
Es una intervención dirigida a un grupo de personas con el mismo problema de alimentación, que está guiada por dos especialistas en terapia DBT, en la que se enseñan herramientas para manejar las emociones de forma efectiva, sin tener que recurrir a la comida.
En este espacio el terapeuta y paciente discuten las conductas alimentarias disfuncionales que surgen durante la semana, ayudándolo a aplicar en su vida diaria las herramientas que son entregadas en el entrenamiento de habilidades.
Es el uso de medicamentos para ayudar a la recuperación integral de la persona, facilitando la regulación del peso (por ejemplo, ayudar a la pérdida de peso en las personas con sobrepeso), potenciando la mejoría de la comorbilidad psiquiátrica (por ejemplo, mejorar la depresión que se asocia a estos desordenes) y modulando la intensidad de las emociones que afectan negativamente la conducta alimentaria (por ejemplo cuando una fuerte emoción como la rabia nos lleva a comer)
Es una instancia semanal en que se reúne el equipo multidisciplinario para discutir en forma integral la evolución de cada paciente.
Orientado a dar apoyo médico a las consecuencias físicas o a las enfermedades asociadas a los desordenes alimentarios (Por ejemplo, la resistencia a la insulina y el hipotiroidismo) y enseñar hábitos alimenticios que permitan tener un peso saludable.